27 de septiembre de 2007

Segundo intento

Son las dieciveinte y todos han salido o están en sus cosas. Hasta las oncenpunto no vuelven y alguien -yo- les tiene que abrir. ¿Qué hago? ¿Trabajo? ¿Leo? ¿Mareo en Internet? (peligro: se enciende una luz roja dentro). Decido marear, y sentado a los mandos del churroPC que tengo se me ocurre: "vuelve a probar con un blog". El anterior no tiene ni dos meses, pero el proveedor me calentó dos veces con su "Lo siento, tenemos problemas y no sabemos qué hacer" y he decidido dejarlo morir de hambre. Blogger me da más seguridad, aunque sólo sea porque el iconito naranja se ve por muchas partes. Además me gusta el mensaje que estoy viendo ahora mismo debajo de la ventana que dice que Blogger se preocupa por mí y guarda automáticamente mis borradores.
Este blog irá de libros. De los libros de los que, tras leerlos, anoto los datos y cuánto me han gustado (A, B, C, D) en un cuaderno de hojas cuadriculadas que compré en Roma casi cuando me iba, y en el que escribo exclusivamente con la Mont-Blanc negra y gorda que me regalaron unos amigos cuando me iba de nuevo. (No es que me vaya mucho, sólo últimamente). De cada uno de ellos quiero escribir un párrafo, sólo uno (lo malo si breve, la mitad de malo). O quizá dos.